El otro día escuchaba a mis compañeras de trabajo hablando sobre el tamaño del colgante de Carlitos Nair Menem. Al principio medio que me quedé con la boca abierta (y aclaro que no fue de deseo) ante semejantes expresiones. Después entendí que todo formaba parte de una fantasía similar a la de los hombres respecto a otras partes de la geografía femenina.
En el medio de las exclamaciones de las chicas, y de las búsquedas que realizaban en YouTube y VXV.com (para ver si encontraban documentos fidedignos sobre la anaconda formoseña), uno de los hombrecitos del grupo se acercó y descerrajó la siguiente parábola: "la importancia no está en el tamaño del conejo ni de la galera, sino en la habilidad del mago".
Ante semejante afirmación no tardaron las que se tardaron menos en acusarlo, primero de "chizito" y después de cualquier cosa, obviamente alejada de lo que ellas consideran un macho extralarge.
El pobre pibe decidió callar. Otra no le quedaba. Ya no quería pasar por envidioso, poco dotado y resentido. Y tampoco era cuestión de pedirle al conejo que hablara por él.
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2 comentarios:
en la foto de tu perfil pareces el langa de Luis Luque.
Bueno, sólo me hace falta convencer a Capussotto para filmar "Yo Soy Tu Aventura II"
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