Y los hombres dónde están

Qué difícil que es para las mujeres, al menos, encontrar con quien divertirnos, disfrutar y por qué no enamorarnos, pasados los treinta y con una primera vuelta en el haber!!! Al respecto, hace un tiempo atrás, me contó una amiga, que una amiga suya le contó que…

Luego de muchos años de una pareja demasiado pareja ya para su gusto, tomó la decisión de virar el rumbo en su vida, y de pronto se encontró sola de nuevo. Y de golpe descubrió que el tiempo del fin se semana era demasiado largo, y que todo el mundo siempre tenía algo que hacer, y que la mayoría de sus amigas o estaban en pareja o tenían hijos, así que encontrar con quien salir de noche era toda una tema…

Y probó salir sola cuando no había plan armado, y experimentó en soledad teatro y cena en uno de los bares de Corrientes, y verificó que eso era deprimente…, y se descubrió yendo a cuanta reunión o fiesta la invitaran para “circular”, eso sí, cuando no se colgaba chateando hasta la madrugada con variedad de extraños personajes, pocas veces interesantes…

En fin, en esa estaba, cuando una noche fue a una fiesta y descubrió que los códigos habían cambiado, o que tal vez ya no recordaba como eran, y se encontró dándole el teléfono a un espécimen que no le interesaba en absoluto, sólo por el hecho de no haber sabido maniobrar la situación a tiempo… por suerte además de aparatoso, oía mal y ella se dio cuenta que anotó un teléfono equivocado.

También probó ir a clases de tango, teatro, cursos de cuanta cosa se enterara, conocer primos o amigos separados, recién separados (pertenecen a otra categoría, ustedes saben de qué hablo), solteros - a los viudos se resistió porque le daba impresión-, de la compañera de trabajo, de la prima de una amiga. Y probó quedarse en casa y comer chocolate y ver varias pelis y pensar que lo más importante no es la pareja, y y y…

Tiempo después, y algo más relajada al respecto, ya se sentía dueña de su vida nuevamente, e iba y venía de aquí para allá y de allá para aquí, cuando conoció a un extraño personaje, difícil de describir. Encantador, divertido, con pinta de “bon vivant” y mucho carisma. Y ahí comenzó otra etapa, eso sí, el muchacho en cuestión, venía con lesiones a cuesta de las que convocan la mayor de las ternuras y sed de reivindicación femenina, y ya no creía en nada, y mucho menos en nadie… ¿Que pasó luego? Eso es otra historia.

3 comentarios:

Ignatius Reilly dijo...

Amiga colaboradora, te agradezco el aporte. Vos sí que entendiste que este espacio es más de acercamiento, conocimiento y diversión (entre mujeres y hombres), que de disputas. Sos grossa, sabelo!!!

Anónimo dijo...

Tan cierto que da miedo, parece un capitulo de X-Files.

Anónimo dijo...

Me encanta que hablaras de este tema, tengo 31 años, hace 9 meses me separé de mi pareja con la q compartí 7 años . Ahora me cuesta mucho retomar mi vida, todas mis amistades tiene su vida definida ya con hijos o con su pareja. salir? a donde? con quien? si todos los clubs o lugares donde ir estan inavadidos por nuevas generaciones o por parejas ya esatablecidas, además, como se comienza de nuevo, con quien hablar? Me gustaría sentirme libre de esta saensacion de querer compartir mi vida ¿por que no estar sola y feliz? ¿esa eso posible?.