Aburrido ya de la reiterada pregunta "¿y eso te pasó a vos?". Y cansado de tener que dar siempre la misma respuesta, "me lo contó un amigo", es que decidí abrir este espacio que me sirve para tener la excusa perfecta y documentada.
Ahora puedo decir lo mismo que antes pero, como estamos en la era de Internet, nada mejor que adjudicarle la historia a un blog clandestino y de dudosa veracidad.
También puedo nutrirme de historias, como la tuya, que gozarán de total privacidad y no admitirán apellidos. Sólo publicaré la inicial del nombre propio.
Por eso, manden historias (melocontounamigo@gmail.com) y utilicen este espacio como un lugar anónimo de blanqueo. Total, después sólo hay que decir: "lo leí en melocontounamigo.blogspot.com"
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