Besos virtuales eran los de antes
Un amigo me cuenta que al entrar al sitio Facebook de una amiga, ve que uno de sus contactos (exactamente un hombre) le había mandado un beso virtual. Y ella, conmovida ante tal acto de expresividad amorosa quiso mostrar el ósculo virtual a todo aquel que pasara por su página. Ahí volví a notar que el tiempo había pasado y las costumbres también. Décadas atrás, este tipo de mensajes sólo lo hacían las señoritas en pleno uso de su anatomía, de su lapiz labial y hasta utilizando algún papel de carta perfumado. Los hombres destinatarios de esas huellas labiales, que testimoniaban encuentros anteriores y auguraban futuros, solían atesorarlas en medio de las páginas de algún libro, en el cajón de la mesita de luz o en la caja de zapatos convertida en arcón de cartas. Rara vez se mostraban a otro amigo y eran tan íntimas como las pasiones que sobrevienen a un beso.
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1 comentario:
Ya no nos dejará cartitas perfumadas bajo el pupitre, y ni hablar de apretar en el zaguán. Fuiste Vinculado por Paranoicasuite.
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